Concepto MUSEO RUFINO TAMAYO
El museo Rufino Tamayo es la muestra más clara del pensamiento de los arquitectos Zabludovsky y González de León, haciendo referencia a la experiencia de entrar a un museo. ¿Cuál es la primera impresión que debería tener una sala de exposición? De inicio, decían, debía ser amplia, con la opción de detenerse, para evitar la fatiga. Ponían de ejemplo las salas del museo Louvre, donde los pasillos son interminables y hay algunos puntos donde no se puede hacer más que continuar el recorrido.
El diseño de un museo, lo componen dos usuarios principales: el visitante y el arte. ¿Qué conexión deben tener estas dos partes? Si bien para integrar amabas partes es necesario un espacio propicio, los materiales y la transición de éstos, son aún más importantes. Los arquitectos concibieron un espacio creado para seguir un flujo que interesara al visitante. Las alturas, lo muros anchos, la iluminación combinados con el uso del concreto y del cristal van íntimamente relacionadas. Por una parte, el concreto da esa parte dura a la estructura, donde se puede ver como un edificio monumental, fuerte, arraigado al suelo e imposible de destruir. Mientras que el cristal nos deja ver a través de él el alma del edificio, todo lo que este puede envolver.
El concepto del edificio más los materiales, son sólo una parte que compone la estructura central del edificio. El programa, es otro de los hilos conductores del diseño de un museo. ¿Qué espacios necesita un museo? Pensar en un edificio con un programa medianamente sencillo, no resulta una tarea fácil. Hacer un esquema que convenga a todos también tiene que ver con el concepto. Si los materiales son concreto y cristal, qué espacios son aptos para ellos. Las salas de exposición necesitan ser amplias, con mucha iluminación, pero también se requieren espacios más íntimos e incluso oscuros. La intención de pensar en un programa indicado resulta de un análisis exhaustivo de la operación de un museo. Si bien necesita aulas de exposición, servicios etc. También integra oficinas y algunos otros servicios variados.
Para los arquitectos, el concepto del museo Rufino Tamayo, fue resultado de un análisis a profundidad de las necesidades, pero también de los atractivos con que este edificio debería contar. Si podemos observar un edificio monumental e impresionante, también rasgos sutiles que nos invitan a pasar toda una tarde dentro de él.
