La Embajada Holandesa en Addis Abeba, Etiopía está ubicada en un terreno de 5 hectáreas de bosque de eucalipto que se va introduciendo en la ciudad. El edificio es un volumen horizontal escarvado en el paisaje asemejando las iglesias tradicionales de Etiopía que era escarvadas de la roca. Las paredes externas son de concreto rojo y se camuflajean con la tierra de la zona.
El contexto inmedito en el que se encuentra el edificio es el bosque de eucaliptos y el terreno está rodeado por 3 vías, una de ellas primaria. Su forma se adapta a la topografía y aprovecha las curvas de nivel para el programa arquitectónico. Su orientación es la siguiente:
Esto le da a el volumen buenas entradas de luz y flujos de viento. El volumen responde al contexto que lo rodea y tomando en cuenta la topografía genera conecciónes públicas y privadas que facilitan el movimiento del usuario en este terreno tan extenso.