Análisis Kiasma

 

El Exterior del Kiasma va dando la forma de un tejado curveado que es una aleación de Zinc y Titanio, la cancelería exterior es de aluminio diseñado para soportar el clima costero de la ciudad, las fachadas norte y sur tienen una capa rojiza, que están hechas de texturas de latón tratadas con químicos, teniendo como objetivo que el recubrimiento exterior vaya formando una textura con el tiempo. Pero además de todo esto el Kiasma tiene mucho cristal, lo cual ayuda a que tenga mucha iluminación natural, especialmente en las ventanas de las galerías.

Por el interior las paredes y techos son de yeso blanco, creando la sensación sobriedad del espacio, combinándolo con el piso gris de concreto, haciéndolo muy neutro. En la pared doble curveada al centro del primer volumen, se forma un núcleo que es el punto de partida hacia los demás espacios; a todo esto lo que busca es una materialidad nobles, que tengan una relación natural con el usuario.

En Cuanto la estructura se va formando conforme la curva va cambiando, pues es una armadura que va la va forrando toda, y esta va regulando el ancho de cada planta, que además se ayuda en una serie de columnas y muros de carga dependiendo la planta, para ir repartiendo la carga.

 

 


 

 

 

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