Francisco Artigas. Casas en el Pedregal

Francisco Artigas fue uno de los pioneros encargados de arquitecturizar la zona del Pedregal.  Sus obras marcaron el paisaje del Pedregal y dejaron huella en el quehacer arquitectónico moderno. Son muchas las casas que proyecta a lo largo de su carrera, pero son las casas del Pedregal las que lo hacen sobresalir por su riqueza plástica, la cual se logra a partir de una perfecta relación entre el edificio que siempre se caracteriza por su simplicidad y atemporalidad espacial, y el jardín petrificadao que lo rodea. Un paisaje único en su tipo.

Tres obras sobresalientes

Casa Chávez-Peón
Casa Chávez-Peón. Calle del Farallón 265
FOTO: Las casas del Pedregal,1947-1968 /Alfonso Pérez-Méndez y Alejandro Aptilon ; con la colaboración de Georgina Ariza ; fotografías de Luis Gordoa. Barcelona: Gustavo Gili, 2007.

Casa Chávez-Peón.

Es la “opera prima” de Artigas en el Pedregal. Esta define el momento de transición más importante de su carrera profesional. Para Artigas convivir con la naturaleza significaba mantenerla en lo posible en su estado original y significaba mantenerse también en un único nivel o planta.
El tema de los proyectos de Artigas en el Pedregal será la interpretación imaginativa de un lugar determinado, intentando catalizar con la mínima transformación posible todo su potencial. Lejos de modificar el entorno, la obra de Artigas es un esquema superpuesto que ayuda a entender el terreno existente. El terreno se encontraba dentro de una extensión de 3000 m2, dominados por dos promontorios de roca separados por 30 metros. El surco que los separaba inspiró el puente como intervención, que más que un capricho formal resultó ser una buena solución constructiva. La planta está formada por 2 crujías. La principal se alberga en el puente donde se distribuyen las habitaciones principales, mientras que la secundaria contiene el área de servicios.
Otra singular propuesta de esta casa se encuentra en el jardín, con la alberca justificando el valle natural que forman los montículos. También el automóvil tiene una estrecha relación con el edificio al tener acceso directo uno con otro.

Caseta de Ventas

 

Caseta de Ventas. Avenida de las Fuentes
FOTO: Las casas del Pedregal,1947-1968 /Alfonso Pérez-Méndez y Alejandro Aptilon ; con la colaboración de Georgina Ariza ; fotografías de Luis Gordoa. Barcelona: Gustavo Gili, 2007.

Caseta de Ventas

Consecuencia de la simpatía de los promotores hacia las ideas funcionalmente progresistas de la Casa Chávez-Peón-sobre todo respecto al automóvil- Artigas crea la conjugación de toda su propuesta arquitectónica. Fernando Luna, socio en su momento de Artigas comenta: “Al irme acercando a ella veo un mar escultórico de lava negra y sobre él un diamante de cristal resplandeciente al sol que me produjo un “shock” visual y emocional.
La arquitectura de Artigas defiende la escenografía del contexto y entiende el fraccionamiento como un conjunto; a diferencia de las propuestas amuralladas de Barragán, las cuales no contribuían a esta perspectiva.
La solución de la prolongada rampa que recoge al visitante desde el coche,  se convierte en un recorrido que te permite apreciar el paisaje.
El edificio en sí es un espacio suspendido de la nada, el cual convive de una manera sensible y respetuosa con el entorno natural de gran fluidez que lo rodea.

Casa Gómez. Calle del Risco 240

 

Casa Gómez. Calle del Risco 240
FOTO: Las casas del Pedregal,1947-1968 /Alfonso Pérez-Méndez y Alejandro Aptilon ; con la colaboración de Georgina Ariza ; fotografías de Luis Gordoa. Barcelona: Gustavo Gili, 2007.

Casa Gómez

Esta obra tuvo una gran influencia por parte del cliente que se ven reflejadas en la importancia del proyecto. El terreno además contenía un risco el cual la punta estaba a 100 metros con respecto al nivel de la calle. Y es aquí donde el cliente quería que se localizara la casa. Fueron varios arquitectos los que desistieron ante la idea de “volar la casa sobre el risco” pero fue Artigas el que se comprometió con el proyecto.

Para resolverlo, Artigas empleó el sistema Dom-ino de Le Corbusier, de losas y pilares de concreto, generando una planta libre.

Con la experiencia, Artigas va adquiriendo un gran aprecio al simbolismo que tenía el paisaje del fraccionamiento, por lo que invirtió considerables costos de construcción en la idea de no tocar la roca, protegiendo su superficie con arena y una capa de yeso, y perforando únicamente en las partes necesarias para insertar la estructura.

La crujía de dormitorios, sin embargo, se rigió por la mejor orientación. La solución del acceso por debajo del volumen responde a la intención de conservar la integridad del prisma.

 

FUENTE: Las casas del Pedregal,1947-1968 /Alfonso Pérez-Méndez y Alejandro Aptilon ; con la colaboración de Georgina Ariza ; fotografías de Luis Gordoa. Barcelona: Gustavo Gili, 2007.

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