Casa de Ladrillo

BAK Arquitectos
BAK Arquitectos

Construida por BAK Arquitectos y ganadora del premio SCA CPAU 2006.

Ubicación: Mar Azul, Pcia. de Buenos Aires
Arquitectos: María Victoria Besonías, Guillermo de Almeida, Luciano Kruk
Colaborador: Sebastián Indri
Superficie del terreno: 600 m2
Superficie construida: 112 m2
Año de construcción: 2006


El encargo
El cliente comentó: «Quiero que mi casa sea de ladrillo a la vista, el techo puede ser como el de ustedes, plano y de hormigón».  Luego agregaron: «Queremos dos dormitorios, dos baños (uno en suite), una parrilla cerca de la casa y un pequeño depósito. Ambientes generosos, escaso mantenimiento, costo ajustado, por lo demás quedan en absoluta libertad de proposición«. El programa arquitectónico de la Casa de Ladrillo se baso en la matriz de la casa de Mies.

La propuesta

«Casa de ladrillo». Quedó asociado el tema de la propuesta con la imagen de la planta del proyecto de la Casa de Ladrillo de Mies de 1924.  Posteriormente se evaluaría  entonces si ese orden compositivo  podía resultar útil para resolver este encargo. Los arquitectos se dieron cuanta que la continuidad espacial entre los ambientes que iban generando los planos perpendiculares de Mies y la relación ambigua que establecían entre interior y exterior resultaba muy apropiada para resolver esta casa de programa bastante indefinido y ubicada entre los pinos de un tupido bosque. Fué entonces que usaron  el dibujo del maestro y  como una matriz de proporciones.

Siguieron  entonces tratando de despojarse de preconceptos respecto del uso del ladrillo, asumiendo que se nos había impuesto un material pero no un sistema constructivo que determinara el lenguaje resultante.

El propósito entonces fue que esa serie de muros de ladrillos se fueran recortando y perforando si perder su cualidad de planos y estableciendo un diálogo con el entorno por oposición.

La matriz abstracta debía superponerse al sistema de gran libertad organizativa del bosque sin generar conflicto.

Es así que la casa se proyectó en la parte más alta del lote (el sector con menos pinos), algo hundida y de la altura mínima permitida para hacer menos evidente su presencia.

Los dos planos más destacados en la planta de Mies van perdiendo altura para no dividir el lote, sin por eso perder protagonismo, ya que los van acompañando las escaleras que salvan el desnivel respecto de las dos calles.

El techo es un plano más que toma parte de los muros y que se perfora para dejar paso a algún árbol cuando resulta necesario.

Desde el interior, el bosque está siempre presente recortado en las aberturas que permiten vistas lejanas, o hacia rincones muy acotados, vistas hacia las copas de los árboles o por el contrario dirigidas hacia el manto de follaje seco que cubre el suelo del bosque.

Se decidió por último no ajardinar el lote para mantener la calidad del paisaje natural que además presenta la ventaja de no necesitar más mantenimiento que el retiro de los pinos que se van secando.

El tratamiento de la luz
Conocedores de la atmósfera ambiental que genera el bosque (mucha sombra y escasa incidencia de la orientación), sabíamos que con la planta extendida podíamos llegar con aberturas a todos los rincones de la casa.

A pesar de lo cual en ciertos momentos resulta necesario complementar con luz artificial ya que los muros de ladrillo no tienen posibilidad de reflejar la escasa luz ambiental.

La iluminación artificial se proyectó con rieles que permiten sumar más artefactos lumínicos de ser necesario y con algunos artefactos de iluminación puntual.

Mobiliario
Los muebles fijos y movibles especialmente diseñados para esta vivienda fueron realizados recuperando madera de pino canadiense, proveniente de cajones de embalaje de motores.

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