El multifamiliar Miguel Alemán es un proyecto de contrastes, no sólo dentro de sus propias geometrías o soluciones, sino dentro de un contexto más amplio y actual: el de los conjuntos habitacionales en México.
El conjunto ha cambiado poco desde su construcción, sin embargo la forma en que la gente lo habita ha sufrido una serie de transformaciones importantes que repercuten directamente en cómo entendemos a este multifamiliar en específico, y a los conjuntos de vivienda en general, no sólo en la ciudad de México pero de toda Latinoamérica. Mucho ya se ha hablado sobre las soluciones innovadoras del proyecto o incluso de lo mal que están resueltos los espacios públicos en la planta baja pero creo que lo que resulta más importante es la forma en que es habitado y cómo esto contrasta con los nuevos proyectos de vivienda colectiva.
La situación ha cambiado pero existen ciertas constantes que marcan la forma en que se cosntruye la vivienda de bajo costo: terrenos económicos fuera de la ciudad, bajos costos de construcción, vivienda de pocos metros cuadrados, entre muchas otras. El resultado en la mitad del siglo pasado: el multifamiliar Miguel Alemán; el resultado el día de hoy: conjuntos de tinacos infinitos de ARA, GEO, SARE, y la lista sigue y sigue. ¿Cuál será el destino de estos conjuntos en 50 años? Podría casi asegurar que no será ni siquiera algo similar al del M.M.A.
Aún con los pros y contras de este proyecto cabe destacar la forma en que se ha ido adaptando a todos los cambios. La flexibilidad propuesta dentro de los departamentos y de los espacios en general va más allá de su intención inicial, permitiendo que el conjunto sobreviva dignamente a los años y permanezca como una opción buena yválida para vivir al sur de la ciudad. Esperemos que algunos de los proyectos de la actualidad tengan esta vigencia.