Critica – Unité d’habitation

Final Chico

Construir la Cité Radieuse es el resultado de un largo estudio realizado por el propio Le Corbusier y muchos otros grandes teóricos de la arquitectura. La idea principal tras este edificio era la de solucionar el gran problema de falta de vivienda que existía en Francia en la posguerra.

Le Corbusier no buscaba solo proveer un espacio genérico e indiferente para todos, si no que este debía de adaptarse al grado de ser perfectas para cada uno de sus distintos usuarios tanto como individuo o núcleo familiar. Esta Unite d´Habitation o “máquina para vivir” plantea un espacio social en donde se logra mantener un balance entre el individuo y el colectivo. La idea central se mantiene relativamente simple, Organizar y erguir sobre un “Terreno artificial”  distintas unidades de vivienda, destinadas a diferentes tipos y cantidades de usuarios. Estas contenidas por una mega estructura la cual también es capaz de contener servicios que sus habitantes requieren en la cotidianidad. De esta manera Le Corbusier inventa un nuevo elemento urbano el cual trasciende por la manera en que rompe con la ordinaria solución de vivienda.

Al incrementar  la altura de los complejos de habitación promedio y dotarlos de servicios,  intenta comprobar que es posible construir ciudades nuevas con mejor calidad de vida para sus habitantes. A su vez  separar estos complejos  por lo menos 250 metros, dejaría más espacio útil a su alrededor creando entre estos circulaciones tanto peatonales como vehiculares, estacionamiento. Incluso parques transitables a los cuales todos podrían tener vista.

El edifico rige su forma y estructura bajo un proceso industrial y racional adaptándose a su sistema de proporciones “el modulor”. Así como un gran entendimiento y experimentación de nuevos materiales y técnicas industrializadas los cuales facilitan el proceso de  de construcción y el ensamble de todas su piezas. En cuanto a lo que habitar se refiere, hace uso de estos para proveer a sus usuarios de espacios apropiados y confortables mediante el control de la iluminación, ventilación y sonido.

El complejo contiene en una superficie de 137 por 24 metros y 18 niveles suficientes hogares para 1,600 habitantes, distribuidos en 337 unidades (con 23 diferentes acomodos entre ellos) y dotándolos de servicios como guardería para niños, escuela primaria, hotel, comercio, oficinas gimnasio y una pequeña alberca. Este edificio en su forma, y funcionamiento demuestra una enorme cantidad de trabajo teórico tanto urbano como arquitectónico, así como una experimentación de diseño aplicado en vivienda industrializada.

La unidad habitacional de Marsella la cual debió de haber sido según él, la primera de varias unidades, las cuales formarían parte de esta nueva “Ciudad radiante”,  plantea una nueva traza urbana y otra manera de vivir una ciudad y convivir como sociedad en esta. Empezando por un replanteamiento radical de la traza urbana y la redefinición de lo que sería un bloque de vivienda, tanto en lo formal y lo funcional. Podemos apreciar en esta obra mucho de lo que este gran arquitecto quería comunicar al mundo y sus enormes intenciones de cambiarlo.

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