Contexto-Programa Casa Orgánica

contexto-programa Casa orgánica

La casa orgánica se ubica en el Municipio de Naucalpan de Juárez en el Estado de México. Con el estudio topográfico se tomó en cuenta la ubicación de los árboles a fin de que fueran respetados por el proyecto. Los trazos iniciales del proyecto se comenzaron  a mano alzada, dejando correr las líneas curvas, jugando con formas libres; luego ya utilizando el compás y el curvímetro. Según el arquitecto Senosiain, el muro es como una sinuosa serpentina que envuelve con sus curvas los espacios; dando pie a un proceso lúdico en el diseño, a través del cual se iban esquivando árboles; deslizándose por las pendientes del lugar, buscando siempre la orientación sur. Hasta generar un volumen que recuerda la suave envolvente de un embrión.

Así como la temperatura interna de nuestro cuerpo permanece estable aunque la temperatura exterior cambie; en las casas enterradas sucede lo mismo. La tierra actúa como moderador en las variaciones de la temperatura, propiciando que los efectos de enfriamiento y calentamiento sobre la tierra no fluyan de manera inmediata hacia el interior, sino hasta estaciones encontradas; esto significa que la tierra que está alrededor de la casa llegará a calentar cuando arribe el invierno y enfriará al nacer el verano; manteniendo una temperatura constante de 18° a 23° centígrados durante todo el año. La evotranspiración del pasto, de las plantas y de los árboles le añaden frescura y oxigenación al ambiente interior, evitando la resequedad, la filtración del polvo y la de los contaminantes. En este microclima se conserva en todas las estaciones del año una humedad relativa promedio de entre 40% y 70%. La epidermis vegetal funciona como la nariz que filtra el polvo, mantiene una temperatura estable en el interior; así como una humedad relativa que conforta, ayudando a prevenir trastornos y enfermedades respiratorias a sus moradores.

Las ventanas de la casa fueron orientadas hacia las mejores vistas del jardín, buscando preferentemente el sur para que no faltara el sol en invierno; tratando de encontrar la luz al igual que lo hace la flor.

Al contrario de lo que pudiera pensarse esta casa semi-enterrada resultó más iluminada y soleada que una casa convencional. En este tipo de vivienda las ventanas pueden dirigirse hacia cualquier orientación y los domos dejan la entrada de la luz y del sol desde arriba. La ventilación se facilita gracias a las formas aerodinámicas de la morada que permiten la libre circulación del aire.

Relación Programa y Contexto

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