Crítica Camino Real

El Hotel Camino Real se vuelve una propuesta de arquitectura mexicana innovadora. Basándose en gran parte en esquemas planteados por Barragán, Ricardo Legorreta crea un estilo de arquitectura mexicana que habla de sus valores y riquezas como son la calidez de los mexicanos y sus colores festivos.

El Hotel logra su objetivo principal, “Revivir el placer de caminar”. Creando espacios de lujo espacial durante el recorrido dentro de todo el hotel. Como se puede observar en la fotografía 1, el juego de color, luz, sombra y volúmenes logra espacios muy especiales, en los que el visitante puede descansar o solamente observar. Los materiales en el hotel son generalmente los utilizados en la arquitectura popular mexicana, muros aplanados de concreto con pinturas cálidas como amarillos y rosas. Además utiliza celosías de color rosa para dar énfasis a ciertos espacios, como a las entradas del patio principal.

Estos espacios son complementados por una serie de patios interiores que le dan una especie de respiro, así como vistas a todo el complejo.

Fotografía 1: legorretalegorreta.com

El área de los cuartos se desenvuelve alrededor de un patio, lo que logra más de 8 fachadas, contando cada habitación con vistas hacia la calle o hacia el patio interior. Dejando que el huésped obtenga por medio de su balcón una excelente comunicación con el exterior. Los usuarios pasan de su habitación (privado) al balcón (semi privado) que es conectado con el espacio público. Esta transición conduce al usuario poco a poco hacia su entorno; produciendo una mimetización entre el hotel, el usuario y su entorno próximo.

Sullivan: (El arquitecto) debe dejar que un edificio se desarrolle natural, lógica y poéticamente a partir de su condición… Las apariencias exteriores deben mostrar las intenciones interiores (Cita de la Lectura vista en clase: Capítulo 9. El interior y el exterior pp. 132)

Dado a esta relación, los balcones se convierten en las fachadas de todo el edificio, la modulación de estos balcones se nota perfectamente. Lo que logra una serie de fachadas integrales que conviven con el contexto interior y exterior en el predio.

El emplazamiento dentro de un patio cerrado, con habitaciones hacia los 4 lados es probablemente el error que se pudo haber cometido en el hotel, sin embargo, al tener un balcón, cada habitación amortiza el calentamiento solar con ese espacio de transición. Así que el asoleamiento no será el óptimo, sin embargo, se logra emparejar con el empleo de espacios de transición.

El hotel cuenta con una estructura de muros de carga y losas de concreto. Los claros los dictaminan el ancho de las habitaciones, logrando ser muros estructurales y divisorios al mismo tiempo. El hotel se encuentra en una zona muy cerca a lomeríos, por lo que una estructura rígida fue la opción a considerar. El estudio de mecánica de suelos dictaminó que se debían construir 5 niveles y después de un estudio del número de cuartos, así se logó.

El Hotel Camino Real de la Ciudad de México es un ícono de la arquitectura moderna mexicana. Ricardo Legorreta propone un concepto de calidez mexicana para un hotel que no quería caer en la tradición de hoteles fríos y poco amables. Propone un hotel en el que la cultura mexicana se pueda expresar y lo logra integrando trabajos de Mathias Goeritz, Rufino Tamayo y Alfaro Siqueiros, entre otros. Y como resultado final, el Hotel Camino Real se vuelve un ícono de la Ciudad, un ícono de la cultura mexicana y la obra más importante de Ricardo Legorreta.

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